La nueva normalidad en nuestras oficinas
01/07/2020
Por María José Gómez. Directora de RRHH de Staff Global Group.

Garantizar la salud del equipo siempre ha de ser una prioridad de la empresa, pero en este momento actual cobra incluso mayor relevancia.
En el escenario actual es esencial que las empresas garanticen la tranquilidad de un entorno de trabajo seguro tanto al equipo, clientes y proveedores, como en el resto de relaciones laborales o profesionales que se desarrollan en el ámbito empresarial, cumpliendo con todas las recomendaciones y obligaciones que se han publicado estos meses, además de las ya establecidas en materia de prevención de riesgos laborales.
Las empresas están adaptándose y movilizándose para fomentar el teletrabajo, flexibilizar horarios o turnos de trabajo para garantizar distancia social, garantizar EPIs, geles hidroalcohólicos, servicio de limpieza e higienización diario en sus centros de trabajo, etc. pero también es responsabilidad de cada uno de nosotros, como parte del equipo, por el bien nuestro y de todos, cumplir con los protocolos establecidos por las empresas y las medidas, recomendaciones y obligaciones de los planes de reincorporación a la actividad, así como con las establecidas por Sanidad en nuestra vida social.
Así, está en nuestra mano informar al responsable directo y no acudir al centro en caso de sintomatología, avisar a los servicios de salud en caso de contacto estrecho con positivo COVID19 o informar a la empresa si formamos parte de un colectivo especialmente sensible para que el servicio de prevención pueda valorar y determinar medidas para que el desempeño de nuestro puesto se realice con la mayor seguridad.
En el desplazamiento al centro de trabajo, deberemos escoger el medio de transporte que garantice un mayor distanciamiento, mantener al caminar la distancia mínima de 1.5 metros, extremar la limpieza de los vehículos particulares y cumplir con la obligación del uso de mascarilla en transporte público.
En el centro de trabajo, deberemos extremar la higiene respiratoria, higiene de manos, el distanciamiento social de mínimo 1.5 metros, evitar compartir equipos o dispositivos o en caso de no ser posibles higienizarlos después de cada uso, depositar mascarillas, guantes, pañuelos en los cubos y papeleras que se habiliten para ello, reducir el uso de zonas comunes, evitar desplazamientos innecesarios, priorizar las reuniones a distancia, y cumplir con las indicaciones recibidas en la formación y en la información facilitada por la empresa.
Y al llegar a casa, deberemos desinfectar objetos que tengamos que usar (móvil, gafas), separar objetos que no necesitemos y dejarlos en la entrada, mantener la higiene de manos, lavado de ropa, dejar el calzado en la puerta... En fin, todas estas medidas que nos han repetido diariamente durante estos meses.
Nada de esto es nuevo para nosotros, todos los medios de comunicación nos repiten diariamente estas recomendaciones, y está en nuestra mano el cumplirlas y proteger nuestra salud y la de las personas con las que convivimos y con ello nuestra economía, ya que pocas empresas podrían sobrevivir a otro estado de alarma y a nuevas restricciones en su actividad, por lo que toca hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitarlo.